
El humanismo económico impulsa una economía eficiente y moderna, equitativa en la distribución de oportunidades, responsabilidades y beneficios; una economía social de mercado, sustentada en el trabajo libre; que tenga su raíz en la libertad y en la iniciativa de las personas; una economía que busca construir un México más prospero, más libre y más humano.
El acceso de las personas a la propiedad y a la formación de un patrimonio es la base material del desarrollo integral y la garantía de su dignidad. Ello tiene que apoyarse en un marco institucional que garantice el derecho a la propiedad y que de certeza jurídica a la persona en su participación en las actividades económicas.
El mercado es condición necesaria para el desarrollo económico; pero no es suficiente para garantizar el sentido humano de la economía. En consecuencia se requiere de la actividad rectora y rectificadora del Estado para atenuar las profundas desigualdades sociales de nuestro país.
El Estado debe regular los mercados para que los agentes económicos concurran a ellos y compitan en condiciones de equidad, y para evitar que el más fuerte imponga condiciones que terminen por destruir la competencia.
El humanismo económico demanda un Estado rector que distribuya los beneficios del comercio. Esta distribución no debe entenderse como un reparto asistencialista de recursos; si no debe basarse en el diseño de políticas públicas que reorienten la actividad productiva en los sectores afectados. En una economía social de mercado el Estado debe ser vigilante de que los excesos de los mercados mundiales no conviertan en prescindibles a las personas. Ante la globalización; los estados deben fortalecer su capacidad para cumplir esta misión. La rectoría y articulación de las actividades económicas y sociales no deben delegarse a las grandes empresas (NI A EMPRESARIOS).
En días pasados escuche un discurso de Denisse Dresser acerca de los monopolios en México, los problemas y frenos que impiden a la economía de México crecer.
Concuerdo con muchas de las ideas que detallo en dicha presentación, es por ello que quiero rescatar algunos de los principales puntos que toco y plasmarlos en esta columna a continuacion:
"En México tenemos un capitalismo que no se basa en la competencia o innovación, si no en la obstaculización, en los privilegios y fuerzas sindicales sumergidos en sectores cruciales para el crecimiento del país, obstáculos que aprisionan la economía y la vuelven ineficiente. México inmerso en esta dinámica está lejos de tener un capitalismo exitoso, dinámico y democrático, donde el estado no proteja privilegios, no defienda costos, no permita el crecimiento de un grupo de oligarcas con poder de votar reformas que lejos de ayudar, perjudican, necesitamos ese capitalismo competitivo que ocasiona mejores costos, precios, mejores productos para proveedores y ciudadanos".
"Hoy tenemos una economía que no crece lo suficiente, una elite empresarial que no compite lo suficiente, un modelo económico que consensa la riqueza y distribuye mal la que hay. México está atrapado en una red de privilegios empresariales que no permite que exista un terreno con condiciones de juego más niveladas, una red que trabaja en base a favores y protección."
"Pero nosotros los consumidores tenemos nuestra parte, ya que contribuimos por necesidad a esta fortuna, cada que pagamos telefonía celular excesivamente cara, cuotas en las autopistas o comisiones de las afores, ejemplos de ventas extraídas a través de la manipulación de mercados. Y esto acentúa sin lugar a dudas la desigualdad que produce costos sociales, puesto que aumentan los costos de transacción de una economía que para poder competir de forma global, necesita disminuir."
"En un mundo cada vez más globalizado estas barreras como las ventajas injustas, políticas públicas que favorecen intereses particulares convierten a los funcionarios y al gobierno en empleados de las personas más poderosas, y es entonces cuando nos preguntamos; ¿ quién gobierna México?, ¿ los senadores o los empresarios? , ¿La secretaria de educación pública o Elba Esther?, porque ante la falta de autoridad la respuesta parece obvia, México padece una economía con un gobierno que no ha podido regular esta situación. Cuando los funcionarios hablan del crecimiento como prioridad, pareciera que lo hacen buscando asegurar un grado mínimo de avance para mantener la paz social sin cambiar la estructura económica."
"Es mucha la riqueza y pocos los beneficiados, hay poca competencia y crecimiento estancado, reformas económicas austeras, grupos de monopolios abusivos y sindicatos cada vez más fuertes que sin duda vapulean la economía de nuestro país."
Si queremos en verdad que México progrese necesitamos tomar decisiones que desaten la actividad económica y contribuyan a crear mercados que promuevan la competencia y aumenten la competitividad, entender que es tarea del gobierno a través de la regulación crear un entorno en el cual, las empresas se vean presionadas por su competencia, para de esta manera innovar, reduciendo costos y gastos para lograr una economía creciente y sobretodo un HUMANISMO ECONOMICO